martes, febrero 13, 2007

Confesión de AMLO: “perdí”

INDICADOR POLITICO
Por Carlos Ramírez
La historia del 2 de julio quedó sellada a la una de la mañana del lunes 3. Con datos de su encuestadora Cristina Covarrubias, Andrés Manuel López Obrador supo que estaba debajo del candidato presidencial panista Felipe Calderón. Y en ese momento, en su búnker de campaña, pronunció las palabras finales:
--Perdí.
La evidencia la presenta Carlos Tello Díaz en su libro 2 de julio. La crónica minuto a minuto del día más importante de nuestra historia contemporánea, publicado bajo el sello de editorial Planeta. Cuenta el escritor y cronista que a lo largo del día 2 López Obrador recibió datos confiables de que iba a perder las elecciones. Y que a pesar de las evidencias, el candidato presidencial perredista clamó su triunfo con quinientos mil inexistentes votos.
El libro de Tello Díaz, con bastantes datos reveladores de la trastienda electoral, sin embargo aporta el dato fundamental: López Obrador reconoció su derrota. En dos páginas, el escritor cuenta los entretelones ocurridos en una suite del hotel Marquís entre la una y las dos de la mañana.
“Andrés Manuel acababa de recibir el último corte del conteo rápido de su encuestadora, Ana Cristina Covarrubias y Asociados, con un avance de más del 97%, en 869 secciones: FC 37.2%, AMLO 35.9%. “A la una de la mañana yo directamente se lo dije al licenciado López Obrador”, afirma Ana Cristina. Andrés Manuel iba 1.3 puntos, según las cifras, abajo de Calderón. El resto de los conteos rápidos también le daba la ventaja al candidato del PAN. Pero ya para entonces él estaba más allá de todos esos números”.
Tello Díaz proporciona a lo largo de su libro, cronometrando hora por hora, los resultados de los conteos rápidos: López Obrador comenzó arriba pero a partir de la cinco de la tarde vino la pérdida de la a ventaja. Hacia la noche, Calderón se posicionó del primer lugar. “La versión del empate” hacia la tarde, revela Tello Díaz, “fue confirmada por su hijo Andrés a su regreso de Televisa y después de un encuentro personal con Bernardo Gómez. Con el dato del empate y luego la confirmación de la derrota que le dio Covarrubias, López Obrador llegó al hotel Marquís.
“Federico Arreola acababa de recibir la noticia del empate, de voz de Ana Cristina. Pérez Gay, ahí al lado, no lo podía creer. ¿Qué sucedía? Chema (Pérez Gay) había llegado al mediodía al hotel Marquís, con uno de los gafetes de López Obrador. Las cosas marchaban bien. “Había un ambiente festivo, había un ambiente de triunfo”, recuerda su hermano (Rafael Pérez Gay). Pero al regresar por la tarde, todo era distinto. “Había ya caras largas”. Andrés Manuel estaba desencajado. En la suite del penthouse, la televisión, prendida en los noticieros, mostraba el júbilo de los panistas, los globos azules y blancos agitados en el aire”.
Y reseña Tello Díaz esos momentos clave del 2 de julio:
“César (Yáñez) y Nico permanecían muy serios permanecían muy serios, igual que Arreola y Pérez Gay. Marcelo Ebrard entró con ellos unos minutos, junto con su asesor de finanzas, Mario Delgado. Después salieron. Había un aire de derrota. Entonces Andrés Manuel volteó a ver a sus más íntimos. “Perdí”, dijo. Quienes lo escucharon se quedaron pasmados. Lo había dicho con sinceridad y con tristeza, un poco sorprendido de lo que había pasado”.
En la explicación de esta anécdota, Tello Díaz dice que Yáñez y Arreola afirmaron no haberlo escuchado y que Pérez Gay publicará su versión pronto. Pero confirma la veracidad de su fuente con tres testimonios. El asunto, pues, es de credibilidad. Y la labor del escritor en su libro le otorga bastante. El incidente se parece a aquél en el que el periodista Bob Woodward le pregunta a un enfermo William Casey, director de la CIA, sí había estado metido en el escándalo Irán-Contra y el jefe del espionaje de Reagan le contestó que sí con un movimiento de cabeza.
A esa hora todas las encuestas de salida le daban ventaja a Felipe Calderón. Y López Obrador lo sabía. Y a pesar de ello se la jugó con la mentira de que él había ganado con quinientos mil votos inexistentes de ventaja. “Andrés Manuel había tomado la decisión de no aceptarla (la derrota)”. Y “a partir de ese momento --a partir del momento en que acepta que perdió, ante la mirada atónita y asustada de sus seguidores-- toma la decisión de comenzar a mentir”. Su discurso será “un discurso de poder”.
Queda, en el libro de Tello Díaz, otra revelación: cómo Diego Valadés, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, comienza a operar el desconocimiento de Felipe Calderón y a promover al rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, como presidente interino de la república. Valadés formaba parte del Cuarto de Paz, formado por ciudadanos reconocidos pero casi todos ellos con una parcialidad a favor de López Obrador. Inclusive, Valadés va a ver al secretario foxista de Hacienda, Francisco Gil Díaz, para garantizarle que él seguiría en su cargo “en el gobierno interino de Juan Ramón. Incrédulo, Paco Gil fue a ver a Fox, y luego a Calderón, para comentar con ellos lo que le venía a proponer Diego Valadés”.
El libro de Tello Díaz mantiene abierto el 2 de julio. López Obrador reconoció su derrota y luego mintió sobre su victoria y Valadés buscó la presidencia interina de De la Fuente. Dos datos entre muchos de su libro.
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