No iguales

No iguales

Ramiro Arteaga Sarabia

La igualdad ha sido una de las grandes banderas del perredismo, sorprende ver que se trata de sólo un discurso más.

En los hechos, los gobiernos del PRD sólo han favorecido la desigualdad y el desorden administrativo.

Los perredistas han dado muestras de torpeza administrativa (Acapulco), tráfico de influencias (DF, Acapulco, Baja California Sur), Corrupción (DF, Zacatecas, Acapulco), Ligas oscuras (DF, Acapulco, Michoacán).

La deuda superior a los 800 millones de pesos (La Jornada, 12 de febrero de 2007) que enfrentan como partido, fruto de una pésima administración de los recursos públicos, es muestra de la falta de sobriedad y el despilfarro que ha caracterizado al PRD desde su nacimiento.

Incluso, las políticas públicas de los gobiernos perredistas han mejorado la calidad de vida de los ricos, como en el caso del segundo piso del periférico donde los usuarios son personas con vehículos; lo mismo ocurre con el risible paso elevado de aguas blancas, con la salvedad que éste último no favorece a nadie.

Los gobiernos municipales y estatales del PRD, han favorecido el surgimiento de dirigentes oscuros como la familia Bejarano-Padierna, o los núcleos de corrupción en el municipio de Acapulco, alrededor de Secretarías claves en el desarrollo urbano, los servicios públicos y el agua potable de Acapulco.

La igualdad que postula el perredismo es un igualitarismo nominal. Los líderes se enriquecen, el gasto se ejerce con fines políticos, se benefician sólo las zonas donde se capta el voto de la izquierda y se obstaculiza el desarrollo de los sectores ideológicamente alejados.

Al interior de los gobiernos del PRD, se da una lucha encarnizada por el control político y la sucesión del poder.

En la lógica de los perredistas, los pobres sólo son una palabra en un discurso mal escrito. Los pobres no pasan por las camionetas de lujo, las grandes casas o las onerosas cuentas que gastan en restaurantes finos.

La pobreza como concepto ha sido denunciada por la Doctrina Social de la Iglesia, el pobre no es un dato o un eslogan de campaña. El pobre es un ser humano confinado a luchar todos los días por el pan que se lleva a la boca y a la de su familia.

Se necesita un cultivo real de la pobreza y la sobriedad para generar la riqueza de las comunidades y las naciones.

Lo anterior implica un desprendimiento serio y responsable de los implementos materiales que rigen la vida de los seres humanos, y un desprendimiento progresivo del poder en favor del empoderamiento de comunidades concretas y de organismos ciudadanos concretos.

Por el contrario, el PRD ha favorecido la creación de nuevos monopolios económicos periféricos: ambulantes, transporte público pirata, precaristas; en un extraño corporativismo que lleva al desorden de las ciudades y a la destrucción del entorno.

Si como gobierno no son capaces de contener y regular a las mafias que controlan el transporte público y el ambulantaje; ¿es verosímil creer que este mismo gobierno podrá hacer frente y contener a las mafias del narcotráfico?

El desmantelamiento del tejido social que da paso a la violencia y el desorden han sido las secuelas de los gobiernos perredistas, nunca han logrado la igualdad de sus ciudadanos; por el contrario, el PRD sólo ha abonado a la brecha entre ricos y pobres, dando paso a una izquierda que sólo en formas externas dice cultivar la pobreza.

www.arteagasarabia.blogspot.com