jueves, noviembre 23, 2006

Conferencia de prensa 1/2

Conferencia de prensa 2/2

miércoles, noviembre 22, 2006

Ojalá

Ramiro Arteaga Sarabia

Cómo desearía que Andrés Manuel fuera un político con menores dosis de soberbia, quien encarnara un movimiento real de reivindicación de los más pobres, rodeado de gente capaz de proponer y criticar las políticas públicas de Calderón con sensatez y elementos de juicio. Alguien posibilitado de tener una mejor lectura de la realidad, menos ideologizada, ajena a teorías del complot; moderna, caracterizada por un estricto apego a la verdad de los hechos. Quisiera ver a este tabasqueño reconociendo el absurdo de sus decisiones postelectorales, asumiendo que se equivocó, reconociendo los daños a la institución política que representa.

Ojalá que el PRD fuera una oposición madura y moderna, no sometida a los caprichos de AMLO; dispuesta a dialogar y a presentar propuestas para lograr los puntos de la agenda legislativa que hablan de becas, de apoyos a los adultos mayores, de brindar certeza legal y seguridad pública a los mexicanos.

En verdad que me gustaría ver a los coordinadores de las fracciones legislativas del PRD no sólo apostando por la inmovilidad del gobierno, sino empecinados en modificar aquellos artículos de la Constitución que son letra muerta, un verdadero dique para el enriquecimiento del país.

Ojalá que la izquierda en su conjunto o una parte, iniciara un proceso de desmarque del lopezobradorismo, por lo menos una crítica hacia el interior de este movimiento: una izquierda autocrítica, es necesaria para el futuro democrático del país. Una izquierda de avanzada, moderna, sudamericanizada, si el adjetivo excluye a Chávez y pone en relieve los casos chileno y brasileño.

Ojalá que Zeferino Torreblanca y sus operadores políticos fueran menos soberbios y más sensibles a las demandas de los pobres de Guerrero, que son los más y las víctimas de un gobierno caro y poco decidido a enfrentar a los poderes tácitos y caciquiles que siguen teniendo en sus manos el destino de nuestro estado.

Ojalá Félix Salgado Macedonio fuera un gobernante sensato, desinteresado de la farándula, la frivolidad y las fiestas; un político capaz de solucionar con un poco de sentido común los problemas de la ciudad más grande del estado. Un político maduro, con el poder suficiente para dar un mínimo de seguridad a los acapulqueños. Alguien capaz de tener calles en buen estado, de procurar el abastecimiento del agua a las casas. Un real Presidente Municipal.

Ojalá Felipe Calderón sea un estadista honesto, quien cumpla la palabra empeñada en campaña, que sí integre un gobierno de coalición con otras fuerzas políticas, aliado a su partido no sujeto a él; capaz de convencer a sus opositores, sensible a la crítica, empeñado en gobernar, principalmente, atendiendo al grave problema de la pobreza extrema.

Ojalá Acción Nacional acompañe al Presidente Calderón en el proceso de consolidación y reforma de las instituciones de la República, se eviten protagonismos estériles, progrese en el acercamiento a las clases populares y se quiten los estigmas de un partido burgués, proempresarial y dogmático.

Ojalá que los actores políticos, sociales e intelectuales de México aporten a la construcción de una sociedad sin corrupción, trabajen en proyectos de desarrollo comunitario y aboguen en sus ideas y propuestas por una ciudadanía del consumo, es decir, un consumo responsable y moderado; y subrayen la necesidad de una mayor participación cívico-política.

Pero mientras sean la soberbia y el ánimo por el poder las notas que tipifiquen las acciones de nuestra clase política, estos deseos serán sólo eso, buenos deseos.

www.arteagasarabia.blogspot.com