Tabasco y el sismo
Tabasco y el sismo
Ramiro Arteaga Sarabia
Preguntas de ciudadano que me hago cada vez que ocurre un desastre natural o cada vez que siento cómo la tierra se cimbra al paso de las ondas telúricas.
¿Qué plan concreto se tiene puesto en papel y ensayado para atenuar las consecuencias de un desastre natural?
¿Qué sistemas están afinados para atender a la población en desgracia?
Los desastres naturales desnudan las políticas públicas, revelan lo único que realmente importa a los líderes políticos, que no es otra cosa que obtener el poder y recursos para mantenerse en él a costa de lo que sea.
En Tabasco sólo la corrupción histórica puede explicar que no se realizaran las construcciones y las previsiones para evitar magnificar un desastre como el que todo el mundo sabía que ocurriría.
Pero lo mismo puede ocurrir en Acapulco.
Nuestros abuelos ya esperaban un sismo de gran magnitud. Cada vez que tiembla estamos en la expectativa de saber si éste será el grande. Por un momento, en la noche del 5 de noviembre de 2007, pensé que el terremoto tan anunciado mecía las paredes de mi casa y .
Pasivos, esperamos un desastre.
Los gobiernos están inmóviles ante lo que viene. No sabemos cuándo, no sabemos el lugar exacto, ni la magnitud.
Estas variables no están bajo el control de ningún gobierno, ni de ningún ciudadano. La previsión sí.
Este hecho implica todo un proceso y todo un sistema que el gobierno debe liderar y que implica el suministro de recursos y de conocimientos.
Vuelven las preguntas: ¿qué se está haciendo en Acapulco y en Guerrero en materia de protección civil?
¿Qué imágenes veremos en nuestra ciudad por esta falta de atención?
Vamos a recuperar el poder para los ciudadanos, vamos a exigir ver estos planes y programas de previsión.
Vamos a dar seguimiento a las estrategias de protección civil. Saber qué hacer es lo más importante durante y después de una catástrofe.
Tener esa serie de conocimientos que nos permitan salir adelante para resguardar a nuestras familias.
Esta convicción no puede surgir sólo cuando observamos las imágenes terribles de una Villahermosa bajo el agua.
Ni el Paulina fue suficiente para la creación de planes de largo plazo, para que se diera seguimiento a los proyectos de protección civil.
Los gobiernos municipales han dejado de trabajar en esta materia.
No sé si estemos a tiempo para prevenir más muertes por desastres naturales, pero vale la pena intentar, exigir y alzar la voz para que no se descuide el tema, para que siga siendo importante, para que se haga algo.
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