jueves, enero 25, 2007

El día en que se despertó y se enteró en que iba a ser detenido

El día en que se despertó y se enteró en que iba a ser detenido

El jueves 11 de enero Ramiro Arteaga se despertó a las 6:30 de la mañana con la noticia de que iba a ser detenido.
“Estuve sentado esperando, como aquel que se sabe en el partíbulo, con la idea de que en cualquier rato llegaba la policía”, contó en la entrevista el secretario general del PAN en Guerrero.
En el departamento que renta en Chilpancingo, Arteaga Sarabia encendió la televisión al levantarse y escuchó el corte del noticiero matutino de Televisa Primero Noticias, donde ya se le implicaba. “Antes de eso no había tenido ninguna información; no se si alguien del partido ya tenía esa información de que se me estuviera vinculando en ese trágico hecho, pero yo no?.
- ¿Javier? Habla Ramiro ¿qué onda, cómo ves? – le dijo Ramiro al presidente estatal del PAN, a quien le llamó de inmediato.
- No sé, déjame ver –respondió Zepeda Constantino y colgaron.
Arteaga intentó hablar a Acapulco con su esposa Érika Aponte quien a esas horas también se despierta para preparar a sus tres hijas para llevarlas a la escuela, pero su teléfono sonó fuera del área de servicio. Algo no andaba bien.
“En eso pensé que seguramente iban a venir por mi a detenerme, no tenía ningún temor y me levanté de la cama, me metí al baño con la intención de bañarme pero no había agua. Pensé que me la habían cortado para que bajar por agua con la señora (que renta) y detenerme allí”.
El panista no bajó. Tomó el agua que queda acumulada en el boiler y se bañó a jicarazos. “Me di mi tiempo, traté de asimilar las cosas con serenidad, estuve muy tranquilo, pensando en que esto se tenía que solucionar”.
Luego se planchó un pantalón, una camisa y se vistió. “Me senté en mi cama y me puse a esperar. Mi teléfono no sonaba, no había llamada de nadie. Yo no supe nada de mi esposa. Estuve sentado esperando, como aquel que se sabe en el patíbulo, con la idea de que en cualquier rato llegaba la policía”.
Y nada, no llegó nadie. Empezó a preguntarse. Se comunicó con algunos amigos mediante mensajes de celular, cuando en el televisor escucho una voz conocida. Era un cauto José Espina, secretario general del CEN del PAN, entrevistado por teléfono por Carlos Loret de Mora. Para entonces ya eran las 8:30 de la mañana.
“Entonces pensé que valía la pena que yo también saliera a declarar. Pedí a la gente de Comunicación Social (del PAN) que me ayudara a buscar una entrevista con Loret y enseguida me llamaron de México, del noticiero. Y ya, di mi declaración y se vinieron llamadas telefónicas en cascada. Yo creo que muchos pensaban que estaba prófugo, que estaba escondido, o que ya me habían detenido, y no se atrevían a llamarme ni amigos, ni conocidos ni nadie”.
De ahí comenzaron a entrar en cascada mensajes por celular, de solidaridad y de incredulidad por lo que ocurría. Luego más llamadas para entrevistas. Carmen Aristegui, Adriana Pérez Cañedo, Sergio Sarmiento, Pedro Ferriz de Con. De pronto, una de las comunicaciones sonaba más conocida. Era Manuel Espino, el presidente nacional de su partido, para expresarle todo su respaldo.
“Y luego dije ya, ya estuvo bueno de la defensa en los medios, pero esta no va a librarme mucho de la aprehensión", tenía que tomar decisiones. Apagó la antena del celular para poder pensar como salir de esto. Javier (de Jesús Zepeda) siempre me ofreció su apoyo y como a las 11:15 de la mañana, que fue la última o penúltima vez que hablé con Javier, él estaba precisamente en el homenaje que le estaban haciendo a Jorge (Bajos) en el Congreso. Y debo de confesar que ahí sí me doblé, cuando hablé con Javier, por que precisamente escuché el pase de lista y que todos los diputados decían “presente”. Ahí solté la lágrima porque pensé “no puede ser”, no puede ser que esto me esté pasando a mi”. Javier me tranquilizó y me dijo que todo iba a salir bien”.
Ya hacia medio día, Arteaga decidió no contestar más el teléfono para poder pensar una salida legal. Para entonces ya sabía que policías encapuchados habían cateado su casa en presencia de su esposa e hijas. “Ahí me di cuenta que esto no iba por buen camino, que no llevaba muy buena intención y que no parecía que tenían la intención de resolver el caso y buscar la verdad sobre quién mató a Jorge Bajos, sino iba más en sentido de encontrar quién pudiera pagar los platos rotos”.
Arteaga decidió no aparecer por el momento. Todavía viajó a México a reunirse con los abogados del CEN del PAN. Luego, se mantuvo oculto en algún lugar de Acapulco, al tanto de todo lo que se informaba del caso.
En un par de días prácticamente devoró travesuras de la niña mala, la novela de Mario Vargas Llosa. No la terminó, pero llegó hasta la pagina 200. se dio tiempo de ver los juegos divisionales de fútbol americano. “Ojalá ganen los Potros, espero que se le haga al buen Peyton Manning”. Dice el joven dirigente panista con amparo bajo el brazo. (Ricardo Castillo Díaz).


miércoles, enero 24, 2007

El sentido de la justicia

Ramiro Arteaga Sarabia
En la película En el nombre del padre (In the name of the father, Inglaterra, 1993) de Jim Sheridan, un grupo de irlandeses excluidos, quienes vivían en una especie de comunidad hippie, son culpados de gestar un atentado que destruye la vida y la paz de los habitantes del centro de Londres.
En el mismo filme, las autoridades encargadas de la investigación conocían perfectamente que este grupo de vagos no eran culpables. Pese a esta verdad, los inculparon. Su propósito era claro: dar a la sociedad una solución ficticia a un problema que amenazaba la estabilidad política del Estado inglés y permanecer en sus puestos.
Los excluidos fueron procesados e inculpados, vejados y destruidos, lo mismo ocurrió con sus familias. La cinta de Jim Sheridan nos ubica en una realidad histórica que ha sellado una desconfianza casi universal en las policías y en los aparatos de justicia del mundo.
Y es que la operación de las policías se centra en una visión reductiva del sentido de la justicia y en la apropiación funesta que de este bien han hecho los organismos colegiados procuradores de la seguridad pública.
Precisamente, esta visión miope de la justicia ha generado en la historia del mundo y, obviamente de México y Guerrero: torturas, chivos expiatorios, encarcelamientos de inocentes, compra de testigos, utilización de mediums, fabricación de pseudo complots… y sólo en muy pocos casos los verdaderos responsables de atrocidades y actos inhumanos han recibido la justicia administrada por el Estado.
Así, en el filme En el nombre del padre, el aparato de justicia inglés, en sus más altos niveles, se valió de todos los medios a su alcance, el asesinato incluso, para sostener un montaje que destruyó la vida de muchos y engañó vilmente a la sociedad.
Por desgracia, más que la justicia para los implicados en sendos atentados, esta forma de operación de los cuerpos de justicia se ha convertido en una constante. Por eso casi nadie cree en las versiones policiacas, por eso casi nadie confía en los cuerpos de seguridad; por eso, hoy, miles de personas inocentes están presas en el país, mientras los Bejarano, los Salinas, Los Guzmán Loera…siguen impunes, habitando sendas casas, consumiendo manjares y sobrellevando una vida de lujos y excesos.
San Agustín decía que la esperanza tenía dos bellas hijas: el coraje y la valentía, el coraje ante el estado de las cosas y la valentía para cambiarlas.
De esto se compone nuestra esperanza, de recuperar el sentido trascendente de la justicia, de exigir que los encargados de guiarnos hacia la verdad jurídica se comprometan a asumir las consecuencias que trae consigo el apego a los hechos y la salvaguarda de la verdad.
Sobretodo, mi esperanza radica en el compromiso de dedicar el resto de mi existencia a vivir en la justicia y hacer que mis semejantes también puedan habitar en un entorno de respeto por su vida, por su dignidad; e intentar que nadie, por algún tipo de capricho personal o de grupo, pueda ser víctima de algún atentado contra su vida o su libertad.
He definido a la política de servicio como mi vocación, sé que puedo hacer algo para que la procuración de justicia mejore en nuestro estado y en México. Ésta es una de las conclusiones que extraigo de la pesadilla que yo y mi familia vivimos.
Nadie podrá restituir la vida de Jorge Bajos, su muerte es una desgracia que me llena de coraje y de valentía, las hijas que San Agustín atribuía a la esperanza.Guiado por ellas exijo que el aprecio por la verdad sea la guía de quienes investigan su asesinato.
Al igual que en la película En el nombre del padre, la historia nos dice que siempre la verdad termina por revelarse. Esperaré paciente a que este hecho ocurra.
www.arteagasarabia.blogspot.com

No sé por qué me implican en el asesinato de Bajos sólo porque fui el último a quien llamó por teléfono

Entrevista al secretario general del PAN, Ramiro Arteaga Sarabia
Ricardo Castillo Díaz
Ante la versión oficial sobre el asesinato del diputado local Jorge Bajos Valverde, podría venirse una inconformidad social “muy complicada” en Guerrero, señaló el secretario general del PAN en Guerrero, Ramiro Arteaga Sarabia.Implicado por la Procuraduría General de Justicia del Estado como copartícipe del asesinato de Bajos, Arteaga Sarabia hizo un llamado a los responsables de esta investigación a no desechar ninguna línea, pues dijo que “hay muchas dudas y yo creo que incluso por parte de las autoridades, sobre si esto pueda ser verídico o no”.“Hay muchos panistas, mucha gente de la sociedad que no están de acuerdo con las investigaciones y que están, en serio, demostrando su malestar, y espero que este malestar sea escuchado, porque si no, sí se viene alguna situación de inconformidad muy complicada”, consideró.En entrevista con El Sur la noche del pasado jueves, Arteaga Sarabia insistió en que “hay muchas cuestiones en la integración de la averiguación previa por parte del MP que dejan muchas dudas, que dejan lagunas y huecos, que hacen que cada vez más no sea verosímil esta versión”.Subrayó: “Yo no sé en qué cabeza quepa que por 60 mil pesos que gana un diputado mensualmente valga la pena hacer toda una confabulación donde estén involucradas ene cantidad de personas”.Asimismo, dijo que no entiende cómo el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo “pueda aceptar la versión de que así fue asesinado Jorge Bajos Valverde, su amigo”. Asimismo cuestionó que Torreblanca también se haya anticipado a señalar como culpables a él y a los demás presuntos implicados.“Yo no sé dónde está facultado un gobernador para dictar sentencia. Él se erige como juez, dictamina que las pruebas son suficientes y dicta la sentencia y determina que todos los que en el boletín de prensa enviado a las redacciones de todos los medios, no sólo de Guerrero sino a nivel nacional, que todos son los responsables y que yo soy autor intelectual, que estoy prófugo y que soy el gran cerebro orquestador de este asesinato”, criticó.Arteaga Sarabia indicó que aún no queda claro por qué se le implica, sólo por haber sido uno de los últimos a los que le marcó por teléfono el diputado Bajos, antes de que lo mataran. “Yo qué iba a saber que iba a ser al que distinguiera con su última llamada”, afirma.Supuestas declaraciones que él puso al diputadoAseguró que cuando revisó el expediente encontró que el director de la radio y televisión gubernamental Soy Guerrero, Jorge Camacho Peñaloza, ya declaró ante el Ministerio Público y que confirmó que quien gestionó a Bajos la entrevista en esta estación, a la que llegaba cuando fue asesinado, fue la Dirección de Comunicación Social del Congreso del Estado.No obstante, reveló que también lo inculpa la supuesta declaración ministerial del cuñado de Aldy Manuel González Rodríguez, Francisco Galeana López, en la que éste dice que “escuchó” que el crimen lo había planeado “Ángel Pasta con Ramiro Arteaga”. Asimismo por la supuesta declaración ministerial de Aldy Manuel “en la que dice que estuvimos en comunicación durante todo el día 4 (de enero) para decirle yo qué estaba haciendo y dónde se estaba moviendo Jorge Bajos, para encontrar el momento propicio para que lo mataran. Como dicen en el argot (policiaco), para que yo lo ponga. Nada más falso que eso”.–Hay un hecho que pone en duda esta versión desde un principio, que es de supuestamente haber usado para el asesinato una camioneta propia, llena de logotipos del PAN y que además siguió circulando como si nada. ¿A ese nivel de torpeza?–Sí, es difícil de creer. Hoy (el jueves), por cierto, que por fin logré ratificar mi declaración, tuve en mis manos el expediente del caso, y en un momento de descanso mientras redactaban el acta lo estuve hojeando y sí vi cosas tan increíbles como esas. Hay toda una narración por parte del cuñado de Aldy Manuel, de toda una historia, y al final como que por ahí alguien le agregó seis, siete párrafos, en los que supuestamente él también dice ‘escuché que esto lo había planeado todo Ángel Pasta con Ramiro Arteaga’. Es decir, se ve cómo de manera dolosa se añade esta parte a la versión.–¿El cuñado también te inculpa, supuestamente?–Sí, sí, el que liberaron. No sé, hay tantas cosas que no cuadran.La última plática sobre la aprobación del presupuesto–¿Ya sabes por qué estás implicado?, ¿no era porque supuestamente tú hiciste las llamadas a Soy Guerrero para gestionar la entrevista, y que luego le hablaste a Bajos para confirmar que asistiera?–Yo leí en el expediente que en el registro de las llamadas de su Nextel, de su celular, aparece que la última llamada saliente que él tiene es una hecha a mí, a las 7:15, 7:30 (de la noche, más o menos, una hora antes de este crimen. En las siguientes páginas se desglosa el directorio que él tenía, precisamente mi nombre está subrayado con rojo, de más o menos 190 nombres, de la A a la Z. Y de las llamadas salientes la última que supuestamente aparece es la mía. ¿Y yo qué iba a saber que iba a ser al que distinguiera con su última llamada? Y a partir de ahí es que yo creo que me quieren implicar.–¿Pero cómo? Si él fue el que te llamó.–Él me habló, él me habló. Me habló para decirme sobre esta cuestión del presupuesto, sobre todo porque había muchas dudas, había señalamientos (en contra de los diputados) por su aprobación fast track, y a mí me interesaba que quedara claro cuál había sido la postura del PAN, y de él como presidente de la Comisión. Incluso fue por este tema que yo obtuve su teléfono, yo no lo tenía. A mí ya me había informado (el coordinador de los diputados del PAN) Benito García que los diputados iban a aclarar todo en una conferencia de prensa y que la iba a coordinar y a convocar el (director) de Comunicación Social (del Congreso) Luis Flores Lonazkuo. Incluso en la misma averiguación previa hay una declaración de Jorge Camacho (director de Soy Guerrero), como lo confirmaron ustedes cuando lo entrevistaron, y ahí dice que quien gestionó la entrevista en el espacio a las 9 de la noche fue la Dirección de Comunicación Social (del Congreso).–¿También citaron a declarar a Camacho?–Él fue. Mira, citaron a varios trabajadores de RTG, al policía, a la secretaria a la que el policía le habló, a Camacho, a un camarógrafo, a una reportera, a varios. Y yo creo que en ese sentido empezaron bien las indagatorias porque ellos fueron los primeros que supieron lo ocurrido.–¿Y sí había una orden de aprehensión, de presentación en tu contra?–Sí, sí, de presentación.–¿Pero por qué? ¿Nada más por esa llamada que él te hizo te convirtió en sospechoso?–Y también por la supuesta declaración (ministerial) de Aldy en la que dice que estuvimos en comunicación durante todo el día 4 (de enero) para decirle yo qué estaba haciendo y dónde se estaba moviendo Jorge Bajos, para encontrar el momento propicio para que lo mataran. Como dicen en el argot (policiaco), para que yo lo ponga. Nada más falso que eso.–¿Y tú hablaste con Aldy ese día?–No, no hablé con Aldy ese día. Incluso en mi declaración le pido a la representación social que solicite a Radio Móvil Dipsa SA de CV, que es con quien tenemos el contrato del teléfono celular a nombre del Partido Acción Nacional, un desglose de las llamadas que hice y de las que recibí desde el 1º de enero, para que ahí se caiga esa declaración.El apoyo del PAN–¿Con Manuel Espino has hablado?–No de manera directa pero el viernes (12) estuve allá, yo estuve en el CEN trabajando parte de mi defensa con los abogados. Manuel me ofreció el respaldo total, el miércoles (17) lo hizo público. Él me dijo que íbamos a ver primero cómo venía la situación, que me atendieran los abogados, fue su instrucción. El CEN emitió un comunicado en el que decía que yo había estado trabajando con ellos hasta las 10 de la noche, aunque fue hasta un poco más tarde. Los abogados me preguntaban como si fueran el Ministerio Público, y concluyeron en que no había forma de vincularme.“Manuel Espino y Pepe Espina, presidente y secretario general, (tomaron la decisión) de apostar, apoyarme y respaldarme públicamente. Porque sí había un apoyo, nunca lo quise manifestar por esa situación del partido. Incluso él (Espino) me habló el jueves que se manejó lo de mi supuesta implicación, me habló a las 11 de la mañana y me dijo ‘Ramiro, estoy contigo’, pero yo le dije ‘gracias, Manuel, pero esto creo que en esto tengo que hacer el esfuerzo primero de deslindar al partido de mi defensa, porque lo menos que quiero es que el partido salga afectado’. Y Manuel lo entendió, me dijo que apreciaba el amor que le tengo al partido y que iba a ver cómo me podían ayudar. Y fue que el viernes (12), de entrada por salida estuve en México, llegué entre 6 y 7, me entrevisté con los abogados. De entrada por salida porque evidentemente en ese momento yo soy una papa caliente que nadie quiere tener, salvo los ministeriales.Espera que las autoridades tomen con seriedad la investigación del crimen–¿Ahora qué va a pasar? Ustedes no creen en las autoridades.–Yo espero que las autoridades realmente tomen con seriedad este asunto. Lo que yo he vivido, el vía crucis que he tenido que pasar para poder declarar, para poder ratificar mi declaración, es penoso. Sobre todo de un caso que tiene tanta relevancia, no solamente para la opinión pública sino para el propio gobernador, de conocer realmente quién asesinó a su amigo. Porque quitándonos toda investidura, como simples mortales porque los cargos que tenemos son accidentes de la vida, no entiendo cómo Zeferino Torreblanca Galindo pueda aceptar la versión de que así fue asesinado Jorge Bajos Valverde, su amigo. Yo no sé cuál sea la razón por la cual defienda esta postura, esta línea de investigación, por qué el procurador en algunos casos muestra oídos sordos ante los reclamos de la falta de agilidad en la procuración de la justicia y ante la falta de compromiso para aclarar muchos homicidios, ya ni en la serie de (televisión) CSI (Crime Scene Investigation). Y no sé si a ellos en realidad les interese, si les mueva ese sentimiento de querer hacer las cosas, pero esta versión nadie la cree. Hay muchos panistas, mucha gente de la sociedad que no está de acuerdo con las investigaciones y que están, en serio, demostrando su malestar. Y espero que este malestar sea escuchado porque si no, sí se viene alguna situación de inconformidad muy complicada.El panista no ocultó su molestia por el manejo informativo de la mayoría de los medios de comunicación de la ciudad de México, que dan por cierta la versión oficial. “Vi declaraciones de unos y de otros, vi los noticieros en los que confirmé la ética de algunos periodistas a los que ‘el presunto’ les vale madres ponerlo. Te dicen ‘culpable’, te dicen ‘el autor intelectual’, y esa palabra del ‘presunto’ ha quedado borrada del léxico de algunos”, reprochó.–Pero bueno, si te sentencia el gobernador antes de que te sentencie el juez, qué te puedes esperar.–Así es, así es, y se instruye. Yo no sé dónde está facultado un gobernador para dictar sentencia. Él se erige como juez, dictamina que las pruebas son suficientes y dicta la sentencia y determina que todos los que en el boletín de prensa enviado a las redacciones de todos los medios, no sólo de Guerrero sino a nivel nacional, que todos son los responsables y que yo soy autor intelectual, que estoy prófugo y que soy el gran cerebro orquestador de este asesinato.