Reconocimientos y desencuentros
Reconocimientos y desencuentros
Ramiro Arteaga Sarabia
Hace un poco más de un año, inicié el periplo de escribir una columna semanal en el Sur. Ha sido un periodo interesante de comunicación con los lectores de este importante medio.
A posteriori, deseo agradecer las críticas, comentarios, juicios, sentencias y demás que he recibido durante la segunda mitad de 2006 y la primera de 2007.
Estas críticas me han permitido valorar y cuestionar mi trabajo político, e intentar ser congruente con las ideas que en este medio se han publicado.
Yo también he intentado ser crítico, cuestionar al poder público con un afán constructivo y de caridad cristiana. Esto no lo enuncio con un tono cínico o irreverente; por el contrario, creo firmemente en la nobleza de la tarea política. Sólo que ésta se ha corrompido por la desconfianza entre los actores políticos y el alejamiento sistemático de la clase política y la sociedad.
Esto es una tragedia para todos. Sus consecuencias las podemos observar en el resquebrajamiento del liderazgo político, en la falta de cultura cívica, en el deterioro del ambiente, en la pobreza, la educación, la situación de las comunidades indígenas, la corrupción generalizada, y en un larguísimo etcétera.
En este año de encuentros, por desgracia, los temas centrales para Guerrero y para las principales ciudades del estado no han mejorado.
No existen indicios de que esto pueda superarse con el actual modelo económico y de gobierno impuesto por la estructura actual.
Por el contrario, las heridas sociales que han llenado de incertidumbre a los guerrerenses se han acentuado. Ha crecido la indiferencia y la desconfianza en las instituciones, sobre todo en aquellas encargadas de impartir justicia.
Con humildad, intento recoger este entorno y cuestionarlo en este diálogo.
Quiero agradecer a Juan Angulo, Director de El Sur, por garantizar este espacio de expresión para un militante de un partido político que tiene entre sus convicciones más profundas la libertad de expresión.
Deseo, si las circunstancias así lo permiten, seguir en comunicación con la sociedad de Guerrero a través de estas páginas.
Me gustaría que la retroalimentación sea más directa, más constante, más crítica. Los políticos de Guerrero han sobrevivido en la oscuridad. Ya es tiempo de que expongan con sinceridad su pensamiento y sus convicciones.
La política en Guerrero se ha construido en la simulación, en los acuerdos cupulares. Valdría la pena empezar a deshabilitar esta forma de proceder política.
Medios como El Sur han contribuido a este diálogo social necesario. Valdría la pena que más políticos, de todas las corrientes de pensamiento, nos digan qué piensan de los principales asuntos de la entidad.
En mi experiencia de un poco más de un año, nunca he recibido ningún tipo de censura. Valga pues este sencillo reconocimiento para los directivos de El Sur.
www.arteagasarabia.blogspot.com