viernes, septiembre 22, 2006

2do Mensaje a la Nacion de AMLO

El PEJE PURISIMO

1er Mensaje a la Nacion de AMLO

jueves, septiembre 21, 2006

Gracias Catire !!!


Sigue el Presidente de Venezuela en los reflectores… en la foto de arriba, una mujer camina en Beirut llevando en sus manos una foto del Secretario General del Hezbollah, Hassan Nasrallah. Detras de ella un poster de Hugo Chavez que lleva el eslogan en español “Gracias Chavez”. La foto es de este dia, hecha por Assan Ammar de la agencia AFP. Esto se ve un dia después de que Chavez diera un discurso incendiario en la sede de la ONU donde dijo que el estrado que estaba usando aun olía a azufre en referencia al discurso dado por Bush un dia antes, a su presencia.

Quién se quedó solo???


La masa no legitima.


Ramiro Arteaga Sarabia

Masa: Agregado humano, culturalmente desarraigado, carente de estructura interna, y de fines asumidos por convicción íntima y personal, que actúa de modo anónimo y que puede llegar en algunos casos a la conducta fanática, bien sin freno -a partir de sus impulsos primarios desatados-, bien sometida a una disciplina coactiva o sugestiva.

Legítimo: Conforme a las leyes. Cierto, genuino y verdadero


La plancha del zócalo de la ciudad de México es un espacio impresionante.

Al salir del abismo del metro, los haces de luz golpean la cara, después del choque inicial, la imagen de una bandera monumental y las campanas de la catedral con el sonido del golpe al bronce, seco; completan un cuadro de leyenda.

Millones desfilan todos los días por ese centro simbólico de México.

Palacio Nacional, el Templo Mayor y Catedral enmarcan una superficie donde caben 100 mil personas. Fue aquí donde una masa eligió al excandidato presidencial López Obrador como su Presidente Legítimo.

El proceso de elección fue simple: levantar la mano. López Obrador aceptó la encomienda de encabezar un “gobierno itinerante”.

La masa suplantó la logística y el voto de millones de mexicanos.

Lo dramático de este proceso es que este nuevo proyecto dirigido por Obrador se sustenta simple y llanamente en una mentira: “se cometió fraude”.

A la lista de ficciones dichas por López Obrador, Camacho Solís, Fernández Noroña y otros; se suma el disfraz del “mandato popular” construido en una asamblea a todas luces no democrática, donde sólo la plutocracia lopezobradorista tiene voz, los demás únicamente tienen derecho de alzar la mano.

Es lugar común decir que una mentira si se repite cien veces se convierte en verdad, este sofisma es una construcción mental idéntica a la que afirma que la plaza legitima un mandato.

¿Qué proyecto democrático se puede construir con base en una mentira y en una plaza?

¿Por qué no existe auto crítica en el grupo de López Obrador?

¿Hasta cuándo tomarán postura los otros líderes de la izquierda, con el riesgo (véase el caso Cárdenas) de ser abucheado y menospreciado por la masa?

Dice el historiador Jean Meyer que la izquierda perdió rumbo con la caída del muro de Berlín, después de este momento, los socialistas -siempre según Meyer- han optado en su mayoría por opciones institucionales; pocos son los que han decidido por la vía de la revolución armada.

Así, después del 16 de septiembre, de la convención del Zócalo de México, lo que sigue del movimiento de López Obrador es incierto; el único rasgo en que podemos coincidir es en la estrategia esquizoide: por un lado la marcha contra las instituciones de la República y por otra vía: presidentes municipales, regidores, gobernadores, diputados locales y federales y senadores electos vía las instituciones.

Detrás de los argumentos de corte chavista o de izquierda radical, están los hechos que contradicen a los discursos, el número dos del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Blanco, ha dicho que es “fundamental en democracia respetar el resultado de las elecciones, resultados que proclaman presidente a Felipe Calderón”

Sólo el gobierno “democrático” del venezolano Chávez ha coqueteado con la idea de desconocer el triunfo de Calderón.

Para desgracia de López Obrador el voto de Chávez no cuenta y, al igual que la mano amorfa de la masa, tampoco legitimará al autodenominado “Presidente Legítimo”.

www.arteagasarabia.blogspot.com

lunes, septiembre 18, 2006

La izquierda española le dice ‘no’ al autonombramiento de AMLO

El número dos del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Blanco, pidió el lunes que se “respete el resultado” de las elecciones mexicanas que “proclaman presidente a Felipe Calderón”.
“Creo que es fundamental en democracia respetar el resultado de las elecciones y por lo tanto hay que respetar el resultado de las recientes elecciones, resultados que proclaman presidente a Felipe Calderón”, afirmó Blanco en rueda de prensa interrogado sobre la proclamación del líder de izquierda Andrés Manuel López Obrador como “presidente legítimo” de México.
Tras afirmar que México “es un país clave en el continente americano”, Blanco consideró que en la actual situación “debe imponerse la serenidad para contribuir a la consolidación” de ese país, en alusión al rechazo por parte de López Obrador, de los resultados oficiales que dieron el triunfo a Felipe Calderón, candidato del Partido de Acción Nacional.
Blanco insistió en pedir “respeto a las instituciones democráticas”.

De mal en peor

El Pais
www.elpais.es
Opinion

La conducta del candidato izquierdista en las elecciones presidenciales mexicanas, Andrés Manuel López Obrador, ha pasado del esperpento a la amenaza real para las instituciones políticas de México, un país de gran peso político y económico en todo el continente americano. López Obrador, del PRD, perdió las elecciones por un margen muy pequeño de los votos (el 0,58%) frente al candidato del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), a pesar de lo cual inició un peligroso camino de deslegitimación de la democracia cuando mandó al diablo las instituciones y decidió rechazar el resultado electoral en nombre de un supuesto fraude. Ahora acaba de dar un paso que empeora la situación, al proclamarse presidente de México ante cientos de miles de partidarios en la plaza del Zócalo. Los temores, bastante fundados si se atiende a la escasa finura democrática del personaje, apuntan a que el siguiente disparate sea el nombramiento de una especie de Gobierno paralelo que consagre la división del país.
Aunque excéntrico hasta ahora en México, el comportamiento de López Obrador está en línea con las tentaciones bien recientes de cambios constitucionales y reformas legales en algunos países latinoamericanos, como Venezuela o Bolivia, orientados a perpetuar o ampliar las presidencias actuales sin pasar por las urnas. Son la excrecencia de actitudes caudillistas o de simple desprecio a las reglas más elementales que deben respetar todos los partidos democráticos: el ganador, por el margen que sea, gobierna si se lo permiten sus leyes parlamentarias y el perdedor saluda, da la enhorabuena y se dedica a vigilar estrechamente al Gobierno elegido. Sería inútil, probablemente, recordar a López Obrador la conducta en casos similares de otros políticos de más fuste y tradición democrática, como la de Al Gore en Estados Unidos, que renunció a prolongar una controversia sobre un supuesto fraude electoral para no dividir al país y mantener la estabilidad.
Si los comportamientos elegantes no le conmueven, puede reflexionar sobre el deterioro de la imagen de México en el exterior, política y también económica. Lo que importa es que las instituciones mexicanas dispongan de resortes para acabar con este intento ridículo de subvertir la democracia, y que los países del entorno que ahora jalean sus pretensiones -y que coinciden con quienes sugieren reformas constitucionales retrógradas- reconozcan públicamente y sin reservas al verdadero ganador, Calderón.

Inadmisible Intromision

domingo, septiembre 17, 2006

Un Mundo Raro

La Convención se convirtió en un megamitin donde las votaciones de temas trascendentales se realizaron a mano alzada con una multitud dispuesta a decir que sí a todo lo que proviniera del templete
Cualquiera diría que esto es una locura. Decenas de miles de personas, venidas de todo el País, empapadas, ciegamente convencidas de lo que hacen, aclaman el nombramiento de "Presidente legítimo" de México de Andrés Manuel López Obrador. Minutos después, él dice a la masa que acepta el encargo y produce una explosión de júbilo como si todos se hubieran sacado la lotería; al unísono corean "¡Presidente!" muchas veces para reafirmarse en su decisión colectiva. Al término de la multitudinaria reunión caminan animados, sonrientes, rostros de todas las clases y de distintos colores, mujeres, muchas mujeres, señoras mayores realmente entusiastas, muchachos que brincan emocionados gritando "Se ve se siente, tenemos Presidente", todos desparramados por las calles del centro histórico, y otros como si anduvieran en la tribuna futbolera claman el "si se pudo".Van locos de contento con su cargamento de legitimidad, la suya, en la que creen porque mandaron al diablo la otra, la de las instituciones vigentes. Están convencidos de que tienen Presidente porque al que han reconocido las leyes nomás no lo aceptan.Eufemio Cesáreo Sánchez, el jefe de la banda de chile frito de Acatepec, de la música típica de la Montaña de Guerrero, lo explica como si fuera el magistrado electoral que todos llevamos dentro."Es algo justo. El pueblo de México hace justicia porque realmente sí se ganó. Sabemos que las instituciones del IFE y el Trife solamente sirvieron para validar un fraude que estaba hecho desde antes", explica.Chofer en la zona montañesa, donde sólo se sube a pie por varias horas o en camionetas como las que maneja, coordinador de la banda y también responsable de las percusiones –toca las tarolas—Eufemio admite que será muy difícil gobernar para el Presidente que eligió. "Realmente para nosotros es algo muy complicado porque el gobierno tiene todo el poder, todo el dinero, las armas y sabemos que ésta es una lucha que damos con dificultad", insiste.El músico sabe que eso de llamar gobierno a lo que acaban de nombrar a mano alzada es una traducción de algo que bien pueden clamar como "no se la van a acabar".A la hora de su discurso, Andrés Manuel López Obrador, simplemente lo definió como un "tengan para que aprendan".Porfirio Muñoz Ledo lo explica a su modo: "Hay una convicción, éste es un hecho histórico no electoral y lo que viene es la organización y la perseverancia"."Es el inicio de una nueva República", dice Eufemio muy orondo luego de un día y medio de camino a México, desde Acatepec con los nueve integrantes de la banda, que vienen con ropas raídas, sucias, sus sombreros de palma, sus huaraches rotos, su esperanza y la carga del sax, los dos trombones, la tambora, el bajo y la tambora.La Convención Nacional Democrática se convirtió en un megamitin pasado por agua donde las votaciones de temas trascendentales se realizaron a mano alzada con una multitud dispuesta a decir que sí a todo lo que proviniera del templete. Desconocieron la resolución del Tribunal Electoral, nominaron a Felipe Calderón como usurpador, decidieron abolir las instituciones vigentes y, en la decisión más esperada por ellos, ungieron a López Obrador como "Presidente Legítimo".Su mundo es, literalmente otro. Y como su mundo no cabe en el existente o bien no dejan que quepa en el existente, han armado la virtualidad de su gobierno montado en la realidad de su protesta. Un mundo raro.Hay de todo. Artistas, amas de casa, discapacitados, gente pobre, campesinos, comerciantes, políticos profesionales. Se van acercando al Zócalo apenas pasa el mediodía y copan todos los afluentes a la Plaza. Los han citado a las tres pero la animosidad desborda a los organizadores. Aquello de que cada estado se acomodaría en una calle distinta es pura vacilada. Que si esto es soberano. Pues si. Es un soberano desorden. Cada quien toma su lugar, como decía Juárez, con lo que se pueda y hasta donde se pueda. La tormenta no los espanta y pasadas las cinco de la tarde comienza la Convención que consiste en un desfile de oradores que solo desesperan al respetable que viene a dos cosas: una, decidir el nombramiento de López Obrador como "Presidente legítimo" y dos, escuchar el discurso de su Líder.Vienen, francamente, a alzar la mano, pero lo hacen con ganas y emoción. Dicen que hay escrutadores en esta asamblea pero la verdad es como el papel del interventor de la Secretaría de Gobernación en los concursos de la televisión: hacerse patos. "Hay dos opciones para escoger una de ellas. Se reconoce a Andrés Manuel López Obrador como el legítimo Presidente de México o se reconoce a López Obrador como coordinador de la resistencia civil pacífica", dice Eduardo Beltrán que conduce las "votaciones".A la multitud le parece hasta babosa la segunda pregunta y por eso chifla. Aún así, Jesusa Rodríguez toma la "votación" viendo hacia una masa escandalosa."Se aprueba la primera propuesta", dice Jesusa como si realmente el asunto fuera polémico o disputado.Lo que hay son tres minutos de escándalo, de ovación, de aplausos, de gritos, de cornetazos y cohetones. En el ala derecha de la plaza un grupo de estudiantes universitarios brinca como si bailara ska o slam y todavía después le dan autorización, con la misma unanimidad y desparpajo para que López Obrador nombre un gabinete.En su discurso de aceptación del nuevo cargo, López Obrador, impecablemente vestido de negro, con corbata amarilla para variar, arma un manojo de rebeldía. Lanza 25 "no aceptamos" para subrayar el carácter de su "Presidencia", la de la objeción y la resistencia."No aceptamos" el oprobio, la desnutrición, la marginación de jóvenes, el descuido de la educación pública, las agresiones a mujeres, la discriminación, la bicoca de pensiones para ancianos, el ínfimo salario mínimo, la falta de empleo, la privatización de la industria eléctrica, el Fobaproa, el nepotismo, el TLC, los monopolios, la manipulación mediática. Los enumera uno a uno para subrayarlo.Y lo que dice después es el mandato moral y pintar la raya de la lealtad y la traición. Solicita que no se caiga en la violencia y "no transar, no vendernos, no caer en el juego de siempre, de la compra de lealtades y conciencias disfrazada de negociación".López Obrador argumenta los porqués de aceptar el nombramiento de Presidente; insiste en que ganó la elección y al final traza lo que parece ser la verdadera razón de este simbolismo: "es un acto de resistencia civil pacífica, y es lo que más conviene a nuestro movimiento. Es un tengan para que aprendan, un tengan para que aprenda a respetar la voluntad popular".El coscorrón de la rebeldía o una aventura, una locura, enarbolada con fe por miles.