miércoles, junio 20, 2007

El espectro

El espectro

Ramiro Arteaga Sarabia

Los medios de comunicación en Latinoamérica viven un momento de revisión que, sin duda, repercutirá en el papel social y político que jugarán en la consolidación o reconstrucción de las democracias en la región.

Son muchas las cuentas pendientes: el poder económico y político de los medios, ¿favorece su práctica cotidiana?, ¿quién define los contenidos que se transmiten?, ¿las campañas políticas y los gobiernos deben seguir pagando estratosféricas sumas de dinero para llegar y mantenerse en el poder?

De forma paralela existen indicios de una escalada de afectaciones a quienes son actores de medios y empresas mediáticas. Un signo evidente es la cantidad de periodistas asesinados en México y en el continente, los ataques a edificios de periódicos en el norte de la República y el cierre de Radio Caracas Televisión por el simple hecho de criticar al Presidente Hugo Chávez a quien el escritor Carlos Fuentes llama “payaso”.

En Guerrero la situación también es alarmante, la controvertida ley que impide ejercer acción penal contra periodistas, las declaraciones de actores locales sobre el cierre de la estación de televisión TV 9, en Cd. Altamirano, determinada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, por el hecho de que no tenía licencia para operar; y la relación perversa que los gobiernos locales han sostenido con las empresas mediáticas.

Son tiempos difíciles para la vivencia de un periodismo crítico y ético en Guerrero. Se tiene temor a la opinión publicada y se piensa que la solución es pagar altísimas cuotas de publicidad a medios de comunicación carentes de todo prestigio editorial.

Los periodistas obtienen salarios miserables y son víctimas del desprestigio de su profesión y se alejan de los cuestionamientos éticos.

La mayor parte de las empresas mediáticas apostadas en la entidad sólo buscan el lucro y se alejan de su responsabilidad social, es decir, de entenderse como promotores de la justicia social.

Ayer, el presidente Felipe Calderón fue claro al expresar “que en su gobierno no hay ni habrá espacio para la censura porque no se acepta que haya ningún tipo de control para ejercer la libertad de presa.”

Calderón pronunció un sentido discurso en el 59 Aniversario del periódico La voz de Michoacán, diario donde colaboraba su padre Luis Calderón.

El Presidente de México reconoció que la libertad de algunos medios de comunicación ha sido amenazada y dijo que la independencia y la libertad de los medios es indispensable para que la sociedad se fortalezca y sea crítica y participativa. Calificó como indispensable la libre manifestación de las ideas.

Congruentes con la expresión del gobierno, los diputados locales de Acción Nacional votaron a favor de los decretos que despenalizan los delitos de prensa, con el único fin de garantizar el ejercicio de los periodistas y que éstos no sean obligados a revelar sus fuentes.

Esta libertad no excluye el razonamiento, la reflexión ética y la criticidad, condiciones que elevan el quehacer periodístico al rango de agentes de la transformación democrática de una región.

Por eso sería nefasto que alguien utilizara esta libertad para ocultarse y difamar a quien piensa de una forma distinta.

Quizá lo que necesitamos sean medios autocríticos, dispuestos a salir de su zona de confort para asumir su compromiso histórico y criticar, desde una posición ética, al poder público.

www.arteagasarabia.blogspot.com