viernes, febrero 08, 2008

El susurro

El susurro

Ramiro Arteaga Sarabia

Las elecciones primarias en Estados Unidos son un espejo retorcido de los procesos electorales de México.

La complejidad y la ausencia de protocolos, son claves para entender el altísimo nivel de corrupción de las instituciones norteamericanas.

¿Alguien entiende a cabalidad la forma de elección de delegados y súper delegados?

Desde un observador externo, la única forma de apropiarse de la información es a través de la cortina de las grandes empresas de televisión norteamericana, en especial de CNN, cuyo sesgo demócrata pro Clinton es evidente.

Desde esta visión aún más deformada de la realidad observamos hechos inimaginables en México como la operación tamal, la operación ratón loco, la promoción en casillas y en el mismo día de la elección, el voto corporativo, el proselitismo de los candidatos y de sus grupos políticos y un largo etcétera.

Muchos de los actores centrales del proceso serían delincuentes electorales en México.

Pero lo que más llama la atención, desde esta perspectiva mediática, es el fenómeno publicitario de Barak Obama.

Su campaña, sustentada en las emociones de un pueblo caracterizado por su sensiblería, es síntesis de lo que culturalmente se ha denominado el American Dream.

El mito de Obama se comienza a construir desde su raza, sus orígenes, sus discursos, excelentes piezas oratorias; su lema de campaña “Yes we can”.

Vamos, un conjunto articulado de relatos que lo ponen ante la posibilidad de obtener la candidatura demócrata y la presidencia del país más poderoso y bélico del mundo.

El “susurro” del senador por Illinois tuvo, el súper martes, un foro nacional y mundial, sumó a su candidatura, la emotividad de quien se dice portador de un “sueño”, un “cambio”.

La comunidad hispana, en su mayoría, no lo cree así, tampoco las otras minorías, quienes dieron un “voto de castigo” al candidato de la comunidad negra.

El fenómeno mediático de Obama, nos deja ver un patrón que será copiado por los que diseñan campañas en Latinoamérica.

La utilización cada vez más amplia del Internet y de portales concretos como YouTube, serán claves en la transmisión de mensajes para los votantes jóvenes.

A juicio de distintos analistas y politólogos, la potencia mediática de Obama sólo constituirá una anécdota, un derroche de recursos discursivos que no tendrá la plataforma y la estructura política para vencer al clan Clinton. Ya se verá.

Si esto ocurre, podremos reconocer que el sustento territorial de los partidos, la organización política, la propia estructura electoral son las claves de las victorias en los comicios.

Recordemos que en México el candidato de la izquierda, centró su campaña en su propia imagen, en su liderazgo carismático, despreciando la organización electoral y la estructura territorial de su movimiento. Él mismo ha reconocido que no tenía presencia en todas las casillas.

Ya veremos la sucesión de hechos de las primarias demócratas, lo que sí queda claro es la profunda incongruencia del país que se asume depositario de la democracia, pero cuyos procesos electorales distan mucho de hacer sentir la opinión de las mayorías de votantes.

www.arteagasarabia.blogspot.com

lunes, febrero 04, 2008

Enero negro: Andrés Manuel toma el micrófono


Escribí el jueves que Andrés Manuel López Obrador falló al pronosticar un “enero negro”, que se produciría debido a la combinación del fin de las protecciones arancelarias al maíz y el frijol, con el aumento de dos centavos en el litro de gasolina. Y que no aceptaría la equivocación y pediría que tiráramos a la basura los números del Banco México y saliéramos a preguntarle a “su” pueblo por la negrura del “enero negro”.

El mismo jueves, López Obrador dijo en un mitin: “Hoy venía leyendo a un articulista de los periódicos nacionales y decía que cuál enero negro, que yo había dicho que iba a ser muy difícil enero y que no, que ahí están los datos del Banco de México, que no hay inflación. Yo le diría nada más a este señor que hiciera una encuesta en los pueblos y que preguntara cuánto cuesta la tortilla, y que investigara un poco cuánto costaba la tortilla cuando usurpó el gobierno Calderón. En ese entonces costaba seis pesos el kilo; ahora cuesta 10, 11 y hasta 12 pesos, entonces que haga la investigación”.

Voy a una tortillería de Tlalpan y a un supermercado de Coyoacán: precio del kilo, ocho pesos, igual que en enero de 2007.

Sigue López Obrador: “Y ¿por qué dije enero negro? Precisamente porque abrieron las fronteras para la entrada del maíz, frijol, leche, azúcar al extranjero”.

¡Y!

Concluye: “Le digo a este articulista que los campesinos que hoy se están manifestando, lo están haciendo por gusto, nada más porque les gusta protestar. ¡Lo están haciendo porque con esa medida se afecta más al campo, se afecta más a los productores!”

A López Obrador se le olvidó decir que los líderes organizan esa manifestación cada 31 de enero. Pero, bueno, eso es pecata minuta.

Negro que te quiero negro.