La asamblea y el granizo
La asamblea y el granizo
Ramiro Arteaga Sarabia
A las siete de la tarde, casi a punto de finalizar el primer tiempo del partido entre México e Irak, una fuerte lluvia con granizo cayó sobre la zona sur de León.
En el interior del Poliforum de esta ciudad del Bajío, casi terminábamos de contar los cerca de 10 mil votos con los cuales los delegados de todo el país elegimos al nuevo Consejo Nacional del PAN.
Había sido una larga jornada precedida por un diálogo directo, enérgico y democrático entre la Dirigencia Nacional y el Poder Ejecutivo, ambos con una idea clara de su responsabilidad al mando de dos de las instituciones más importantes de la historia contemporánea de México.
Los futuristas auguraban un sábado negro para el PAN, nubarrones de desestabilizad y pugna asomaban por el cielo de León.
En los medios de comunicación los vaticinios eran alrededor de lugares comunes como “choque de trenes”, “calderonistas frente a espinistas”, “el yunque se apodera del PAN”, y demás expresiones huecas, flacas, de quienes no terminan de entender la historicidad democrática de Acción Nacional.
Después de más de 12 horas de viaje, los más de 100 delegados insaculados a la asamblea nacional, pudimos encontrarnos a una estructura nacional fuerte, sólida, decidida a expresar su punto de vista sobre la vida institucional del partido; conviviendo con líderes, gobernadores, diputados, presidentes municipales, secretarios de estado articulados por una serie de convicciones y por un ideal de país.
Conmovedor fue el recibimiento al Presidente de México, fue clara la expresión de la militancia, quienes reconocemos al jefe del ejecutivo federal como un líder panista. Felipe Calderón fue arropado por el partido. Se manifestó que el PAN es un soporte fundamental para el gobierno y que Felipe requiere del apoyo de Acción Nacional. La Asamblea demostró que el Presidente tiene todo el respaldo de la militancia del PAN. No existe, después del sábado, ni una sola duda.
Fox volvió a demostrar su carisma, no fue a hacer sombra sobre el Presidente, sino a delinear un nuevo perfil de expresidente, dispuesto a seguir participando en mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, vía el Centro Fox, y relacionando al partido con fuerzas políticas y sociales de otras latitudes, fuerzas sintonizadas con el ideal de mejoramiento de la persona humana.
Considero que las expresiones de la militancia en contra del líder nacional de nuestro partido reflejan un punto de vista que podría haberse expresado con otros medios ya existentes, no con abucheos y silbidos.
Manuel Espino dejó clara la relación del partido con el gobierno, no como apéndice sino como entidad democrática y de profundo apoyo al poder ejecutivo; de alguna forma, el Presidente de Acción Nacional ha sido congruente con este entendimiento democrático de Acción Nacional.
Los resultados de la asamblea no pueden ser expresados en forma aritmética, ni con una visión maniquea de vencedores y vencidos. Faltan muchos meses para la elección del Presidente Nacional del Partido, las fuerzas democráticas del partido trabajarán para que el proceso se lleve al cabo con la misma transparencia con la que fueron elegidos los nuevos consejeros nacionales.
Cinco son los representantes del panismo de guerrero en el Consejo Nacional: Efraín Arizmendi Uribe, de Buenavista de Cuellar; Obdulio Ávila Mayo de Ayutla de los Libres; José Raúl Hernández Ávila de Iguala; Carlos Millán Sánchez de Acapulco y Rigoberto Ramos Romero de Marquelia.
Poco a poco se fue disipando la lluvia, los restos del granizo esparcidos por las calles se convirtieron en agua y nada más, las banderas del PAN y la experiencia democrática de hoy, por el contrario, permanecerá como un nuevo testimonio de la vida de una institución política que ha optado, pese a todo, por vivir una democracia interna que dé sentido a la exigencia y la búsqueda de un país más solidario, justo y participativo.
www.arteagasarabia.blogspot.com
Ramiro Arteaga Sarabia
A las siete de la tarde, casi a punto de finalizar el primer tiempo del partido entre México e Irak, una fuerte lluvia con granizo cayó sobre la zona sur de León.
En el interior del Poliforum de esta ciudad del Bajío, casi terminábamos de contar los cerca de 10 mil votos con los cuales los delegados de todo el país elegimos al nuevo Consejo Nacional del PAN.
Había sido una larga jornada precedida por un diálogo directo, enérgico y democrático entre la Dirigencia Nacional y el Poder Ejecutivo, ambos con una idea clara de su responsabilidad al mando de dos de las instituciones más importantes de la historia contemporánea de México.
Los futuristas auguraban un sábado negro para el PAN, nubarrones de desestabilizad y pugna asomaban por el cielo de León.
En los medios de comunicación los vaticinios eran alrededor de lugares comunes como “choque de trenes”, “calderonistas frente a espinistas”, “el yunque se apodera del PAN”, y demás expresiones huecas, flacas, de quienes no terminan de entender la historicidad democrática de Acción Nacional.
Después de más de 12 horas de viaje, los más de 100 delegados insaculados a la asamblea nacional, pudimos encontrarnos a una estructura nacional fuerte, sólida, decidida a expresar su punto de vista sobre la vida institucional del partido; conviviendo con líderes, gobernadores, diputados, presidentes municipales, secretarios de estado articulados por una serie de convicciones y por un ideal de país.
Conmovedor fue el recibimiento al Presidente de México, fue clara la expresión de la militancia, quienes reconocemos al jefe del ejecutivo federal como un líder panista. Felipe Calderón fue arropado por el partido. Se manifestó que el PAN es un soporte fundamental para el gobierno y que Felipe requiere del apoyo de Acción Nacional. La Asamblea demostró que el Presidente tiene todo el respaldo de la militancia del PAN. No existe, después del sábado, ni una sola duda.
Fox volvió a demostrar su carisma, no fue a hacer sombra sobre el Presidente, sino a delinear un nuevo perfil de expresidente, dispuesto a seguir participando en mejorar las condiciones de vida de los mexicanos, vía el Centro Fox, y relacionando al partido con fuerzas políticas y sociales de otras latitudes, fuerzas sintonizadas con el ideal de mejoramiento de la persona humana.
Considero que las expresiones de la militancia en contra del líder nacional de nuestro partido reflejan un punto de vista que podría haberse expresado con otros medios ya existentes, no con abucheos y silbidos.
Manuel Espino dejó clara la relación del partido con el gobierno, no como apéndice sino como entidad democrática y de profundo apoyo al poder ejecutivo; de alguna forma, el Presidente de Acción Nacional ha sido congruente con este entendimiento democrático de Acción Nacional.
Los resultados de la asamblea no pueden ser expresados en forma aritmética, ni con una visión maniquea de vencedores y vencidos. Faltan muchos meses para la elección del Presidente Nacional del Partido, las fuerzas democráticas del partido trabajarán para que el proceso se lleve al cabo con la misma transparencia con la que fueron elegidos los nuevos consejeros nacionales.
Cinco son los representantes del panismo de guerrero en el Consejo Nacional: Efraín Arizmendi Uribe, de Buenavista de Cuellar; Obdulio Ávila Mayo de Ayutla de los Libres; José Raúl Hernández Ávila de Iguala; Carlos Millán Sánchez de Acapulco y Rigoberto Ramos Romero de Marquelia.
Poco a poco se fue disipando la lluvia, los restos del granizo esparcidos por las calles se convirtieron en agua y nada más, las banderas del PAN y la experiencia democrática de hoy, por el contrario, permanecerá como un nuevo testimonio de la vida de una institución política que ha optado, pese a todo, por vivir una democracia interna que dé sentido a la exigencia y la búsqueda de un país más solidario, justo y participativo.
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