sábado, junio 24, 2006

En Guerrero vamos a tener una votación cercana al 35%: Felipe Calderón

El “ya veremos el 2 de julio” suena a reto. Si por él fuera ahorita mismo se arma la apuesta. El candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, por lo menos lanza sus dados: “Vamos a tener una votación cercana al 35 por ciento” en Guerrero. Inédito para su partido, se regodea. Calderón suda a chorros. No permite, sin embargo, que se encienda el aire acondicionado de la camioneta negra que lo lleva hacia el aeropuerto privado de Acapulco, donde abordará el avión dispuesto para él y su equipo. Frunce el ceño. “Abre tu ventana, mejor”, le pide al aguerrido panista Ramiro Arteaga Sarabia. El joven secretario general de la Delegación Estatal del blanquiazul maneja el vehículo que traslada al candidato presidencial, que se cuida al extremo la garganta. Luego de pernoctar el miércoles en Acapulco, a unos cuantos días de la elección presidencial más reñida de la historia, Felipe Calderón trae sus propias cuentas. Las explica: “Lo de Guerrero, estoy seguro que nos va a ayudar a ganar la elección”. En apariencia se le ve confiado, muy confiado. Pero hay algo distinto en él. Llegan a la mente las imágenes del segundo debate, en que el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador ventiló el caso de presunto tráfico de influencias, que le habría permitido al hasta entonces desconocido empresario Diego Zavala hacer jugosos negocios al amparo de su cuñado, el hoy candidato presidencial del PAN.Ya que termina la entrevista y bajamos del vehículo, reaccionamos. Calderón no ríe igual que en aquel debate por televisión.“Zeferino lo sabe… él lo sabe”En poco tiempo de entrevista, brevísimo, el panista insiste en las coincidencias que, asegura, el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo tiene con él. De hecho el panista desliza lo que se oye como la presunción de una amistad, aunque “nos vemos poco”, revela. Y algo más que suena a un trato previamente acordado.“Me voy a entender muy bien con Zeferino Torreblanca, él lo sabe”, dice Felipe Calderón, de entrada. “Coincidimos en muchas cosas”, subraya. Hoy como en la entrevista que ofreció a este diario cuando era precandidato sin la venia oficial, el panista recuerda que Torreblanca “contó con nuestro apoyo cuando fue candidato a alcalde y ganó”. Antes, añade, “yo lo invité con Carlos Castillo Peraza, que en paz descanse, a que alguna vez fuera candidato del PAN hace muchos años, de manera tal que me voy a entender muy bien con Zeferino Torreblanca”. Por segunda ocasión insiste: “Sabe él que yo soy el candidato que más le conviene a Guerrero, no sólo por los proyectos que he planteado, de agua potable para Chilpancingo; el desarrollo integralmente planeado entre Lázaro Cárdenas, Michoacán, e Ixtapa-Zihuatanejo; la carretera misma de alta especificidad entre Ixtapa y Acapulco; el eje carretero de Acapulco a Veracruz; el desarrollo turístico no sólo de sol y playa sino de cultura y de naturaleza donde Guerrero tiene un potencial no explotado”. No conforme, Calderón recalca: “Así que voy a tener una relación constructiva y de colaboración con el estado de Guerrero y con su gobierno, independiente de su filiación perredista”.–De hecho en una entrevista reciente en la televisión destacaste que incluso tienes buena relación con él.–Sí, sí, sí. Nos vemos poco, ciertamente, pero siempre nos hemos respetado y desde luego, lo seguiremos haciendo como presidente y gobernador.
En Guerrero, más votos que Fox.
Por el atraso de los políticos devotos del centralismo, para la prensa local es aún más difícil conseguir una entrevista con un candidato presidencial. No obstante se intenta obtenerla con Calderón desde un par de días antes de su llegada a Acapulco.La noche del miércoles 21 el abanderado panista llega al lobby del hotel Crowne Plaza, de la cadena que tiene como su principal socio al influyente empresario Alberto Sabba Rafoul, comprometido con la campaña presidencial del PAN. Antes de irse a la cama en la habitación que se le ha preparado, Calderón se mete al salón Catalina donde continuará con la agenda de las llamadas “entrevistas exclusivas” con los enviados de los periódicos de circulación nacional.El secretario general Arteaga Sarabia, y el coordinador de la campaña en Guerrero, Marcos Efrén Parra, hacen todo para incluir al “reportero local” en la lista. Hay que ver primero si es posible ser colado. Y a esperar.–¿Cuál es la perspectiva de votos que tienes en Guerrero? –se le pregunta rumbo a la terminal aérea.–Mira, vamos a tener una votación yo creo que cercana al 35 por ciento de los votos, una votación inédita para el PAN en Guerrero, eso lo saben mis adversarios y les preocupa qué va a ocurrir. Se siguen sumando perredistas, se están sumando priístas, se está sumando gente sin partido a mi proyecto y eso me va a permitir que Guerrero dé una aportación importante, superior incluso a la que tuvo como candidato presidencial del PAN Vicente Fox en el año 2000, y que lo de Guerrero estoy seguro que nos va a ayudar a ganar la elección, a garantizar el triunfo el próximo 2 de julio.–Eso le vendría a descomponer el escenario nacional al candidato Andrés Manuel López Obrador.–Sí, claro, la verdad es que pensaban que en Guerrero nos iban a meter zapato, pero la verdad es que se van a llevar ellos más bien un buen zapatazo, ¿no?
Su diagnóstico del narco en Acapulco
La escena regresa al Crowne Plaza, pero ya es jueves por la mañana. La noche del miércoles, durante la espera, el coordinador de Comunicación en los estados en la campaña calderonista, José de Jesús Coronado Sifuentes se comprometió a ver si abría un huequito, antes de dejar Acapulco. “Vente a las 8 de la mañana, o yo te llamo a las 7”, había dicho.El miércoles el ánimo era otro porque dos nuevas encuestas le daban un respiro al candidato del PAN. Consultores y Markerting Político –que dirige la que alguna vez ha sido estratega priísta, Gisela Rubach– ese día ubicaba a Calderón con 36.8 puntos, arriba de los 33.9 de López Obrador. Por su parte, GEA-ISA dio una ligerísima ventaja al panista con 33 puntos, frente a 31 del candidato de la coalición Por el Bien de Todos.Pero el jueves Calderón amanece con la bahía de Acapulco en su ventana, y con otra encuesta adversa sobre el comedor de la habitación: “AMLO 35.4%, Calderón 30.5%, Madrazo 29.6”, publica Milenio Diario con cifras de Demotecnia, que dirige María de las Heras, a quien a su vez desautoriza el panista por ser la esposa del secretario de Elecciones del CEN del PRI, César Augusto Santiago. Y muy de pronto en el Crowne Plaza, el vocero de Calderón para la prensa de los estados cambia de planes. Habrá entrevistas por separado, sólo para las televisoras locales. Dura 10, hasta 15 minutos cada encuentro. Como ocurre en todas las campañas, la tele y las encuestas se vuelven a imponer.–En el mitin de cierre de campaña ofrecías acabar de plano con el narcotráfico en Acapulco ¿pero cuál es el diagnóstico que tú tienes? –se le pregunta el día en que nuestro diario publica la declaración del presidente estatal del PRD, Sebastián de la Rosa Peláez, quien afirmó que el panista Vicente Fox, la AFI y la PFP saben muy bien quiénes son los culpables de la violencia en Guerrero.–Mira, yo creo que este es uno de los temas que fue heredando Zeferino Torreblanca. Ciertamente hubo un relajamiento, a mí me parece, en la policía municipal de Acapulco, que permitió el asentamiento de la mafia, pero me parece que es un problema de autoridades locales, y voy a trabajar en eso.–¿Estamos hablando de que hubo ese relajamiento en los gobiernos del PRD?–Sí, en el caso de Acapulco hablamos de gobiernos de PRD, pero en el caso del gobierno del estado estamos hablando de que fue producto de gobiernos del PRI…–Lo heredó Zeferino Torreblanca.–... sí, la policía, en fin. Lo que tenemos que hacer es crear una política que empiece por rescatar plazas, rescatar Laredo, rescatar Acapulco, rescatar Tijuana, que son plazas dominadas por el narcotráfico y ahí se requiere una política integral y muy, muy consolidada y de colaboración entre los gobiernos. Para ello va a ser importante lo que he propuesto, que es la Agencia Federal contra las Drogas, la integración de agentes del Ministerio Público y jueces, que estos sean especializados, mucho mejor pagados y que permitan un mejor combate, más eficaz en contra de la delincuencia organizada y sobre todo que estén mucho más protegidos.–Pero todo indica que se acrecentará la violencia en Guerrero.–No, la verdad es que vamos a actuar con mucha energía, yo creo que es importante cortar ahora antes de que Guerrero caiga en una situación realmente incontrolable en materia de delincuencia.–¿Es probable que esto suceda?–Lo vamos a evitar y vamos a trabajar para ello. En tiempos de extrañas desapariciones de policías ministeriales la entrevista resulta algo parecido a un levantón. Después de atender a la última televisora local de la lista, Calderón sale disparado al lobby, donde lo espera la camioneta que lo llevará al aeropuerto, a la que invita a subirse al reportero de El Sur. “Por cuestiones de tiempo sólo tenemos cinco minutos”, advierten antes en su equipo.El candidato presidencial del PAN asume las consecuencias de no encender el aire acondicionado. Las gotas que transpira de la frente bajan hasta la camisa. Apenas es mediodía y ya se le nota lo cansado. Transcurre el tiempo pactado, entre el calentamiento del motor y la zona de bares de La Condesa, emblema acapulqueño del narcomenudeo.–Párate por aquí, estaciónate donde puedas, donde no estorbes, ¿no? –le pide Calderón a Ramiro Arteaga. Dos preguntas más y nos abren la puerta para bajar.