Elefante blanco

Ramiro Arteaga Sarabia

Una antigua tradición cuenta que los elefantes regresan al lugar donde nacieron para morir. Podemos inferir que éste será el mismo destino de López Obrador.

El “Peje”, en lo que parece ser otra pésima lectura de los signos de los tiempos, de la realidad pues; pensó que su sola presencia bastaba para construir una artificial victoria de su candidato César Raúl Ojeda Zubieta.

Falso.

La derrota de Ojeda en el proceso a la gubernatura de Tabasco por más de 10 puntos porcentuales, apunta al desgaste y posterior muerte política de Andrés Manuel. Los que antes lo amaban y eran sus incondicionales, como el Jefe de Gobierno Alejandro Encinas, ya utilizan verbos como analizar, corregir, elegir mejores candidatos.

El Cardenismo, la corriente fundante del PRD, ha expuesto las incongruencias de López Obrador y del siniestro grupo político que lo acompaña.

Los gobernadores del Partido de la Revolución Democrática se han desmarcado de la irracionalidad lopezobradorista.

La fallida estrategia del plantón de Reforma, impuesta al PRD y a la coalición por el propio Obrador le ha significado cuantiosas pérdidas electorales, algunos analistas como Silva Herzog-Márquez, María Amparo Casar y Leonardo Curzio; hablan de más puntos perdidos tras el bloqueo y las Asambleas del Zócalo.

¿A quién culpará López Obrador de su derrota en Tabasco?

¿Quién organizó esta vez el complot en su contra?

¿Dónde estará ahora el fraude, fue otra vez, desde su lógica, cibernético, aritmético o a la “antigüita”?

¿Quién podrá explicar, sin incorporar la categoría de análisis de la estrategia postelectoral de Obrador, la pérdida de más de 20 puntos porcentuales entre el 2 de julio y el 15 de octubre?

¿Por qué sólo dos meses bastaron para revertir el aplastante triunfo de López Obrador sobre el PRI en Tabasco?

La famosa historia del pueblo Indio sobre el Elefante Blanco entregado como obsequio al rey enemigo, que significó la debacle de su imperio, sirve como referencia para explicar el papel y, sobretodo, la afectación que para el PRD y para la Izquierda; es, significa y representa en este momento López Obrador.

La lógica política indica que se acerca el sacrificio del líder convertido en estorbo, en Elefante Blanco.

No tarda Marcelo Ebrard en iniciar el proceso para desplazar a López Obrador y posicionarse como el líder de la izquierda para las elecciones de 2012.

Será la puntilla. Poco se hablará de Andrés Manuel, su imagen será entonces una especie de antileyenda de la misma tesitura del subcomandante Marcos: llamativa, folklórica, pero intrascendente.

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