miércoles, julio 25, 2007

Tucídides

El periodista Carlos Puig publicó en Milenio Diario (21 de julio de 2007) un fragmento del político e historiador ateniense Tucídides, el cual considero podrá iluminar las acciones y decisiones de distintos actores políticos de Guerrero.
Tucídides dio hace más de 20 siglos la mejor lección de apreciación metodológica de la verdad en su introducción a la Historia de la Guerra del Peloponeso.
Léase pensando en el chino, en los asesinatos que han sacudido la vida de Guerrero, en la actuación de los gobiernos locales y en la opinión pública de la entidad, y los medios mexicanos.

Tucídides dice: Qué poco esfuerzo el del vulgo en la investigación de la verdad, al aceptar con facilidad la primera versión que les cuentan.
Prometo que las conclusiones extraídas en esta historia no han sido perturbadas por las artes y exageraciones propias del poeta, o por las crónicas hechas atractivas a expensas de la verdad.

Los sujetos de los que trata están fuera del alcance de la evidencia y el tiempo les ha robado valor histórico al ponerlos en el reino de las leyendas. Apartado de ambos, estamos satisfechos que hemos procedido con la evidencia más clara y hemos llegado a conclusiones tan exactas como se puede en asunto de tal antigüedad.

Tucídides describe los problemas para evaluar los testimonios personales dada “La disposición de los actores en una batalla a sobrevalorar su importancia”, y continúa: Respecto a la narrativa, lejos de permitirme contar los hechos con base en la primera fuente que tuve a la mano, no confié ni en mis propias impresiones. La narrativa descansa en parte en lo que yo vi, en parte en lo que vieron otros, y el resultado siempre fue puesto a prueba con los más serios y detallados métodos. No fue sencillo dada la falta de coincidencia entre versiones de un mismo evento de parte de diferentes testigos, algunas ocasiones por fallas en la memoria, otras por parcialidades en uno y otro
lado.
La falta de romance en mi historia, me temo, le restará interés para el lector; pero si se juzga útil para extraer lecciones de lo sucedido y como una ayuda para interpretar el futuro, estaré contento. No he escrito este trabajo para ganar el aplauso del momento.

Buena parte de los medios informativos mexicanos (y de los políticos) descansan hoy en laureles artificiales.

Pero a todo santito le llega su capillita.

En la crisis que azota a los periódicos (y políticos) en el mundo, y que irremediablemente llegará a México, los que han sobrevivido son los que han puesto sus lealtades con los (e)lectores. Los que han apostado a la calidad sobre el “aplauso momentáneo” y el “escándalo”.

Si los medios y los políticos locales no renuncian a la lógica maquiavélica de ganar de cualquier forma, de preservar su grado público, entonces las sombras del subdesarrollo y de la mezquindad política seguirán teniendo su casa en nuestro estado.

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