domingo, enero 28, 2007

EL FIN Y LOS MEDIOS ¿Quién le responderá a Calderón?

Juan Angulo
El debate con Arturo Martínez Nateras tiene sentido porque nuestro columnista expresa oficiosamente el punto de vista del gobernador del estado y su entorno sobre el asesinato del diputado Jorge Bajos Valverde.Por eso el sábado pasado decidí responderle a sólo una de las tres colaboraciones casi consecutivas en las que ha querido descalificar las críticas que aquí hago a la política del gobernador Zeferino Torreblanca Galindo. Lo mismo vuelve a hacer en su columna del jueves, en la que elabora una réplica tres veces más extensa que el motivo de la misma. Allí dice que siempre que se ha referido a mis escritos y a la línea del diario “he sido escrupulosamente cuidadoso y mesurado. Jamás he usado descalificativos”. Pero dos semanas antes dijo que sólo escribo “especulaciones” y que los míos son “ejercicios de gimnasia mental, desahogos”. ¿No son éstos “descalificativos”? ¿A esas groserías llama ser “cuidadoso y mesurado”?¡Pero si ese es su estilo, la descalificación! A los lectores de El Sur, por ejemplo, no les pasó inadvertido cómo AMN se lanzó a la yugular del arzobispo Felipe Aguirre Franco –a quien antes ha elogiado reiteradamente aquí mismo– solamente porque el prelado cuestionó la línea oficial y llamó “personas honorables” a los hermanos González Rodríguez, y al secretario general del PAN, Ramiro Arteaga, implicados todos en el asesinato de Bajos según la Procuraduría de Justicia del Estado. Zeferino lo debiera nombrar procurador, dijo burlonamente AMN de Aguirre Franco, buscando de ese modo inhibir las críticas a la línea oficial sobre el asesinato de Bajos, que denodadamente defiende.También Arteaga sintió las consecuencias del dedo flamígero de Martínez Nateras. Éste escribió el jueves que “un medio profesional, y allí radica mi diferencia contigo sobre el papel de El Sur, investiga, informa, analiza y denuncia con datos reales”. Nosotros investigamos, Arturo, con nuestras limitaciones, pero al menos lo intentamos. Es en estas páginas donde se reveló el pasado de Arteaga; que todos los que lo conocen lo tienen como un ciudadano honrado y decente. Que es un católico practicante. Que tiene el reconocimiento de la comunidad de la Universidad Loyola. Martínez Nateras seguramente leyó la nota que se publicó aquí ¡el mismo día en que fueron presentados los González Rodríguez, Nicolás Cardoso y Ángel Pasta! Pero no le importó ese perfil, elaborado con base en hechos, a “datos reales”, y no resultado de un “ejercicio de gimnasia mental”. Al referirse a Arteaga, Arturo se preguntó: “¿Estamos ante gente inocente o frente a un monumento al cinismo?”. Y para seguir en la línea de la defensa de la versión oficial, AMN vuelve a las generalizaciones descalificadoras: “¿Es suficiente servir como monaguillo o sacristán para estar libre de culpa per secula seculorum?”. No Arturo, no, tienes razón. Pero la pregunta es si los católicos implicados son culpables o no. Luego escribió que “Caín mató a su hermano Abel por ambición y por envidia”. Seguramente que aquí se inspiraron, conocedores de la Biblia que son, los hermanos González Rodríguez, la diputada suplente Jacqueline Orta y Ramiro Arteaga para planear el asesinato. Si Caín mató a Abel, ¿por qué nosotros no hemos de matar a Jorge Bajos para usufructuar los beneficios de la curul? Es muy lógica esta conclusión, ¿verdad?A propósito de Arteaga, a él lo han implicado en el asesinato porque en la presunta declaración ministerial de Aldy Manuel éste supuestamente dijo que el secretario general del PAN fue el que concertó la cita de Bajos en RTG la noche del asesinato, versión que hicieron correr bajo el agua y a la velocidad de la luz los jefes policiacos y diversos funcionarios del gobierno.Pues bien, el director general de RTG y titular del noticiero al que asistiría Bajos, Jorge Camacho Peñaloza, declaró muy seguro al reportero Xavier Rosado (ver El Sur del viernes 19) que “la entrevista la gestionó directamente la oficina de Jorge Bajos con mis secretarias y yo la confirmé personalmente con la Dirección de Comunicación Social del Congreso del Estado el jueves (4 de enero) en la mañana y esa es la información que yo tengo”. Y nadie ha desmentido esta declaración que debiera de llenar de vergüenza a todos los funcionarios del gobierno del estado que se apresuraron a enlodar al secretario general del PAN.El propio Arteaga declaró en el escrito que entregó al Ministerio Público que, al revés, fue Bajos quien le llamó ese día para decirle que iba bien la gira de medios en Acapulco para explicar el presupuesto aprobado por el Congreso del Estado, y por eso solicitó a la autoridad que lo acusa que pida a la compañía telefónica la lista de llamadas que hizo y recibió ese día en su aparato celular.El caso es que Martínez Nateras escribe lo que funcionarios de gobierno y diputados del entorno zeferinista andan filtrando sobre el asunto, o recoge las opiniones viscerales de los mismos ante los cuestionamientos hacia sus investigaciones. Por eso llama a estos críticos “detectives de la pluma” y llega al punto de escribir, como lo hizo en su columna del 18, que hay “una campaña de medios encaminada a ampliar el derecho a la impunidad”.Como el gobernador lo hizo el sábado 13, AMN decretó cinco días después que los detenidos son culpables, y que no deben quedar impunes. ¿Y a cuál campaña de medios se refiere, si allí ha prevalecido en general la línea oficial de que el móvil del crimen es resultado de una “ambición desmedida” por ocupar la curul que Bajos dejaría vacante con su asesinato? ¿No sería muestra de honestidad intelectual que dijera el nombre de esos medios que, en la lógica nateriana, están apoyando a los asesinos para que su crimen quede impune?Luego escribe que “al paso que vamos, los medios están en trance de sustituir a los juzgados”, un pensamiento muy extendido entre los funcionarios, pero impropio de un analista político. ¿O cree Martínez Nateras que los jueces en México, y sobre todo en Guerrero, son imparciales y dictan sentencia solamente basados en la ley? En este contexto, ¿no es labor de los medios intentar abrir al público todo el proceso y no dejarlo sólo en manos de un juez que representa a un Poder Judicial desprestigiado, sin credibilidad ante la sociedad y sumiso al Poder Ejecutivo?En la misma línea nateriana, Zeferino Torreblanca declaró este jueves que no va a litigar en los medios y pidió a los detenidos que demuestren su inocencia ante el juez, y que no se dirijan al gobernador, en referencia a la carta que se publicó aquí del presunto autor intelectual del asesinato, el panista Aldy Manuel González Rodríguez.Por supuesto que el gobernador quisiera que nada saliera de las oscuridades de los juzgados, pues allí él puede controlar mejor el proceso. No en balde se esmeró, desde los albores de su administración, por colocar como presidente del Tribunal Superior de Justicia a un joven sin ninguna experiencia como magistrado, y que sabe que le debe el cargo al gobernador.Y eso de que no litiga en los medios es una simulación. ¿De dónde, si no de su gobierno, o de su grupo político, vienen las filtraciones de que hay un video, de que hay una grabación, de que hay fotografías que incriminan a los detenidos, de qué hay unos misteriosos boletos de avión? ¿De veras cree AMN que nada tuvo que ver gente del gobierno en los rumores insidiosos contra el diputado Ramiro Solorio, que se propagaron en la misma funeraria en que era velado el cuerpo del diputado Bajos?Por lo demás, el gobernador no puede esperar que no se le pregunte sobre un proceso judicial de un asesinato que tiene implicaciones políticas, como lo solicitó a los reporteros en la conferencia de prensa del jueves pasado en Acapulco. Su gobierno está obligado a responder a las dudas que hay en la opinión pública en torno al caso, y a los cuestionamientos de por qué es la hora en que no ordena una investigación sobre las denuncias de los detenidos de que fueron torturados.Sobre todo después de que esta práctica inhumana fue confirmada por exámenes médicos mandados a hacer por la Comisión Estatal de Defensa de los Derchos Humanos (Codehum); una instancia de gobierno que trabaja con recursos fiscales, como recordó aquí ayer en su artículo Héctor Popoca Boone, y que en teoría es en la que se apoya el Ejecutivo para corregir las arbitrariedades de sus policías y mostrar así respeto por la Constitución, las leyes y los tratados y normas internacionales. No es la de la Codehum “una opinión más”, como declaró el secretario de Gobierno Armando Chavarría, quien otra vez es dejado con el paquete de enfrentar solo el caso Bajos, aunque en la semana ha querido insistir en que él solamente leyó la información oficial del gobierno en aquella célebre conferencia de prensa con un mudo procurador, que como los demás asistentes escuchaba la versión de la conspiración de un grupo de ambiciosos panistas para asesinar a un diputado y así quedarse con su curul. Y es que hoy sale a España el gobernador Torreblanca con una amplia comitiva de funcionarios, alcaldes y diputados a la Feria Internacional de Turismo de Madrid. Lo hace justo dos días después de que el presidente Felipe Calderón declaró que el asesinato de Bajos es “un tema de justicia que no es propiamente un conflicto en la dinámica interna del PAN”, lo que indica que el huésped de Los Pinos cuestiona que el móvil haya sido la disputa por una curul de diputado; y que espera “que se resuelva cuidando escrupulosamente la ley y los derechos humanos”, lo que indica que está al pendiente del proceso y que sabe de las denuncias de las torturas aplicadas a los detenidos por la Policía Ministerial de Guerrero. ¿A esta declaración tampoco responderá el gobierno del estado? Ya veremos qué dice Chavarría. Porque el gobernador estará en Madrid y al parecer lo acompañará el vicegobernador Humberto Sarmiento.

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