miércoles, marzo 12, 2008

El toro y el escondite

El toro y el escondite

Ramiro Arteaga Sarabia

Frente a la realidad, el toro prefirió esconderse. Embrutecido por un mando que no sabe cómo cumplir, acorralado por la ambición de los regidores de su propio partido, Félix Salgado demostró, una vez más, el sello de su gobierno: dejar que las cosas pasen y decir a todo que sí.

La omisión, como lo sabemos desde niños, es otra forma de pecado. En política, constituye una tragedia.

¿Qué miedo tiene Félix de sus regidores?, ¿qué intereses busca proteger con su silencio?, ¿por qué no enfrenta y denuncia a quienes pretenden chantajearlo como tantas y tantas veces lo hizo en las tribunas legislativas, en las calles, frente al poder omnipotente de Figueroa?

Por qué Félix fue capaz de insultar y denunciar la corrupción del cacique Figueroa y sucumbe frente a las amenazas de su grupo de regidores.

Por qué Félix no sale a denunciar que el dinero destinado por la ley para el gasto social, para ayudar de forma directa a la gente sólo está engordando las arcas de treinta personas.

Félix pagará el haber solapado un cabildo corrupto. Sobre su conciencia estará todo el bien que esos recursos públicos pudieron haber generado en Acapulco.

Él, que por tanto tiempo dijo defender a los pobres; hoy, por lo menos permitió que permaneciera la estructura de corrupción que tanta pobreza ha generado y genera en nuestro país.

Hoy, frente a la tragedia de la corrupción, el toro permaneció, dramáticamente, callado.

De los regidores hay muy poco que decir, encarnan lo peor de la política, lo más rastrero; su cinismo, aterra.

¿Qué calidad moral tiene una persona que es capaz de gastarse en una cena, en un vino, en una juerga; un apoyo económico que podría convertirse en medicinas, comida, o lo que sea que concretice un bien para los acapulqueños?

En estos tiempos en que la política se mide por criterios de eficiencia, la pregunta que surge es ¿cuáles son los frutos concretos del Cabildo de Acapulco?, ¿a qué dedicaron el tiempo, en que se gastaron cien mil pesos mensuales?

La pregunta resuena en el aire ¿en qué gastaron cien mil pesos mensuales? Un dinero cuyo destino era ayudar a los indefensos y dar un rostro humano al gobierno.

Ayer, un grupo de regidores y síndicos del PRD salieron a ofrecer una conferencia de prensa para defenderse, craso error.

No presentaron una sola prueba documental que garantizara sus dichos. Las contradicciones fueron evidentes, mientras la síndica reconocía haber recibido 100 mil pesos, el síndico lo negaba; no recordaban cifras, mientras hablaban de “cortinas de humo”. Un desastre.

El desastre crecía mientras el toro yacía en un escondite.

www.arteagasarabia.blogspot.com

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