El pequeño rebaño
El pequeño rebaño
Ramiro Arteaga Sarabia
Desde la posición de hijo de
Duele saber pero es necesario que así sea, las funestas acciones de sacerdotes pederastas, capaces de terminar de tajo y con violencia con la sexualidad y la religiosidad de unos niños confiados a su cuidado.
Pesa hondo saber que esto de alguna forma fue cobijado por otros sacerdotes. Se trata de conductas anticristianas, injustificables y que requieren de una actuación más decidida por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas y por los laicos.
Mal haríamos estos últimos en tratar de defender lo indefendible o en utilizar el argumento flaco de que se trata de una campaña para desprestigiar a
La verdad de la terrible indemnización económica otorgada por la jerarquía de Los Ángeles a las víctimas de ataques sexuales de sacerdotes pederastas, es una loza funesta que debe pesar en la conciencia de todos los católicos, y que nos debe llevar a actuar para impedir que un hecho semejante vuelva a ocurrir en el seno de nuestra madre y maestra.
Desconozco las características del sistema legal norteamericano, pero como católico, pensar que este escándalo se “solucionó” con un arreglo económico me resulta vergonzoso y terrible.
La pedofilia es un mal apocalíptico, se suma a otros problemas pavorosos de la humanidad. Son expresiones de un estado decadente del mundo.
En este sentido, las condenas pronunciadas por el Papa, los cardenales y los obispos, deben ser proclamas acompañadas de la formación de un rebaño vigoroso, crítico y fiel a la verdad cristiana.
Un rebaño que acompañe a sus clérigos no que les tema, dispuesto a hacer valer sus convicciones personales y a denunciar a los ladrones y pederastas que se han apoderado de la casa del Padre.
Sin la fuerza de un laicado vivo y auténtico,
El pequeño rebaño no puede seguir viviendo con temor su sexualidad, no puede validar la opinión y los actos homofóbicos de unos pocos miembros de
Por el contrario, para recuperar la voz ética debilitada por estos escándalos, para garantizar la autoridad moral de una institución centrada en el testimonio de Cristo, para ser una fuerte voz crítica ante los macropoderes de la modernidad… para ser todo esto,
El rebaño enfermo que somos y que busca con honestidad ser fiel al testimonio de Jesús de Nazareth, reclama a la jerarquía, a quien se depositó el cuidado de la grey, una actuación más humilde, más generosa, más pastoral y espiritual, una crítica fuerte a las fuentes de la decadencia social y política, y un apego a la verdad revelada, emanada de sus conciencias.
Éste es mi punto de vista desde una humilde posición de hijo de esta institución construida por un pobre y perseguido hombre de Galilea.
www.arteagasarabia.blogspot.com
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